Desde la primera palabra que pronuncia Alejandro Palacio se logra vislumbrar que su relación con Dios es muy importante.

Aunque estábamos hablando de las personas que lo rodean y por las cuales siente un amor especial y diferente, el Señor estaba presente en cada una de sus frases.

Alejandro comenzó a cantar cuando tenía siete años por aquello de que tenía que demostrar el talento que Dios le dio para que cuando el Creador le pidiera cuentas él pudiera decir qué ha hecho con él, como en la parábola de La Biblia. Y bajo esa misma premisa es que aún a sus 26 años este samario está cultivando y ‘sacándole el jugo’ a su voz y a su actuación.

Esa misma pasión que le pone a su carrera artística y a su amor por Dios, es la que le coloca a cada proyecto que emprende en todos los niveles de su vida.

Su familia es uno de esos niveles importantes para él y en donde se destacan diferentes amores: el amor de pareja, el amor de padre y el amor como hijo, tres estándares en el que “creo que no tengo queja ni yo, ni los interesados”, afirma sonriente.

Por supuesto, es de suponer que como artista tiene muchas responsabilidades que comprometen las noches, los fines de semana y, en muchas ocasiones, varios días sin visitar la casa, pero también es cierto que se ha comprometido con ellos en cambiar cantidad por calidad, es decir, que “como no estoy con ellos el tiempo que quisiera, cuando estamos juntos doy todo de mí para que el balance sea ganar-ganar’, dice Alejandro.

En cuanto a su amor por Dina Margarita Arias, él afirma que no ha cambiado nunca. “La amo tanto como cuando se lo dije por primera vez, ella lo sabe y yo sé que lo sabe, pero no por ello doy por hecho que estará ahí por siempre. Por eso lo alimento día a día y hago cosas que la sorprendan, que no sea cantar, porque dice que está aburrida de oírme las mismas canciones”, comenta riendo.

En cuantos a sus padres, Alejandro Mario y Miladys Mercedes, el artista afirma que ellos son lo mejor que le ha dado Dios. “Ellos me hicieron el hombre que soy ahora, formaron mi carácter y me guiaron por respeto, tolerancia, trabajo, perseverancia y mucho amor por quienes considero míos”.

El mejor amigo de Alejandro es su primo Óscar Eduardo Jaramillo, quien además es su confidente y cuyo “consejo oportuno ha sido clave en la toma de decisiones que he vivido en la vida”.

Óscar Eduardo lo acompaña a todas partes, hasta en aquellas noches en donde se convierte en ‘El Huracán’ Palacio y se toman la respectiva dotación de Old Parr con sus amigos.

Todas estas facetas del actor y cantante son poco conocidas por sus seguidores ‘Alejandristas’, por lo que él quiso en el Día del Amor y la Amistad demostrarles todo el amor que les tiene a ellos también, porque son su razón de vivir y de luchar.

Pero no solo les tiene este regalo, también les anuncia que está grabando en Barranquilla el que se convertirá en su segundo trabajo como solista y cuyo director es Lucho Ortega, el mismo realizador de Silvestre Dangond y Pipe Peláez. Y como último presente para sus fanáticos les comenta que a principios del año que viene lo veremos nuevamente actuando en televisión. GC

Desde la primera palabra que pronuncia Alejandro Palacio se logra vislumbrar que su relación con Dios es muy importante.

Aunque estábamos hablando de las personas que lo rodean y por las cuales siente un amor especial y diferente, el Señor estaba presente en cada una de sus frases.

Alejandro comenzó a cantar cuando tenía siete años por aquello de que tenía que demostrar el talento que Dios le dio para que cuando el Creador le pidiera cuentas él pudiera decir qué ha hecho con él, como en la parábola de La Biblia. Y bajo esa misma premisa es que aún a sus 26 años este samario está cultivando y ‘sacándole el jugo’ a su voz y a su actuación.

Esa misma pasión que le pone a su carrera artística y a su amor por Dios, es la que le coloca a cada proyecto que emprende en todos los niveles de su vida.

Su familia es uno de esos niveles importantes para él y en donde se destacan diferentes amores: el amor de pareja, el amor de padre y el amor como hijo, tres estándares en el que “creo que no tengo queja ni yo, ni los interesados”, afirma sonriente.

Por supuesto, es de suponer que como artista tiene muchas responsabilidades que comprometen las noches, los fines de semana y, en muchas ocasiones, varios días sin visitar la casa, pero también es cierto que se ha comprometido con ellos en cambiar cantidad por calidad, es decir, que “como no estoy con ellos el tiempo que quisiera, cuando estamos juntos doy todo de mí para que el balance sea ganar-ganar’, dice Alejandro.

En cuanto a su amor por Dina Margarita Arias, él afirma que no ha cambiado nunca. “La amo tanto como cuando se lo dije por primera vez, ella lo sabe y yo sé que lo sabe, pero no por ello doy por hecho que estará ahí por siempre. Por eso lo alimento día a día y hago cosas que la sorprendan, que no sea cantar, porque dice que está aburrida de oírme las mismas canciones”, comenta riendo.

En cuantos a sus padres, Alejandro Mario y Miladys Mercedes, el artista afirma que ellos son lo mejor que le ha dado Dios. “Ellos me hicieron el hombre que soy ahora, formaron mi carácter y me guiaron por respeto, tolerancia, trabajo, perseverancia y mucho amor por quienes considero míos”.

El mejor amigo de Alejandro es su primo Óscar Eduardo Jaramillo, quien además es su confidente y cuyo “consejo oportuno ha sido clave en la toma de decisiones que he vivido en la vida”.

Óscar Eduardo lo acompaña a todas partes, hasta en aquellas noches en donde se convierte en ‘El Huracán’ Palacio y se toman la respectiva dotación de Old Parr con sus amigos.

Todas estas facetas del actor y cantante son poco conocidas por sus seguidores ‘Alejandristas’, por lo que él quiso en el Día del Amor y la Amistad demostrarles todo el amor que les tiene a ellos también, porque son su razón de vivir y de luchar.

Pero no solo les tiene este regalo, también les anuncia que está grabando en Barranquilla el que se convertirá en su segundo trabajo como solista y cuyo director es Lucho Ortega, el mismo realizador de Silvestre Dangond y Pipe Peláez. Y como último presente para sus fanáticos les comenta que a principios del año que viene lo veremos nuevamente actuando en televisión. GC

Desde la primera palabra que pronuncia Alejandro Palacio se logra vislumbrar que su relación con Dios es muy importante.

Aunque estábamos hablando de las personas que lo rodean y por las cuales siente un amor especial y diferente, el Señor estaba presente en cada una de sus frases.

Alejandro comenzó a cantar cuando tenía siete años por aquello de que tenía que demostrar el talento que Dios le dio para que cuando el Creador le pidiera cuentas él pudiera decir qué ha hecho con él, como en la parábola de La Biblia. Y bajo esa misma premisa es que aún a sus 26 años este samario está cultivando y ‘sacándole el jugo’ a su voz y a su actuación.

Esa misma pasión que le pone a su carrera artística y a su amor por Dios, es la que le coloca a cada proyecto que emprende en todos los niveles de su vida.

Su familia es uno de esos niveles importantes para él y en donde se destacan diferentes amores: el amor de pareja, el amor de padre y el amor como hijo, tres estándares en el que “creo que no tengo queja ni yo, ni los interesados”, afirma sonriente.

Por supuesto, es de suponer que como artista tiene muchas responsabilidades que comprometen las noches, los fines de semana y, en muchas ocasiones, varios días sin visitar la casa, pero también es cierto que se ha comprometido con ellos en cambiar cantidad por calidad, es decir, que “como no estoy con ellos el tiempo que quisiera, cuando estamos juntos doy todo de mí para que el balance sea ganar-ganar’, dice Alejandro.

En cuanto a su amor por Dina Margarita Arias, él afirma que no ha cambiado nunca. “La amo tanto como cuando se lo dije por primera vez, ella lo sabe y yo sé que lo sabe, pero no por ello doy por hecho que estará ahí por siempre. Por eso lo alimento día a día y hago cosas que la sorprendan, que no sea cantar, porque dice que está aburrida de oírme las mismas canciones”, comenta riendo.

En cuantos a sus padres, Alejandro Mario y Miladys Mercedes, el artista afirma que ellos son lo mejor que le ha dado Dios. “Ellos me hicieron el hombre que soy ahora, formaron mi carácter y me guiaron por respeto, tolerancia, trabajo, perseverancia y mucho amor por quienes considero míos”.

El mejor amigo de Alejandro es su primo Óscar Eduardo Jaramillo, quien además es su confidente y cuyo “consejo oportuno ha sido clave en la toma de decisiones que he vivido en la vida”.

Óscar Eduardo lo acompaña a todas partes, hasta en aquellas noches en donde se convierte en ‘El Huracán’ Palacio y se toman la respectiva dotación de Old Parr con sus amigos.

Todas estas facetas del actor y cantante son poco conocidas por sus seguidores ‘Alejandristas’, por lo que él quiso en el Día del Amor y la Amistad demostrarles todo el amor que les tiene a ellos también, porque son su razón de vivir y de luchar.

Pero no solo les tiene este regalo, también les anuncia que está grabando en Barranquilla el que se convertirá en su segundo trabajo como solista y cuyo director es Lucho Ortega, el mismo realizador de Silvestre Dangond y Pipe Peláez. Y como último presente para sus fanáticos les comenta que a principios del año que viene lo veremos nuevamente actuando en televisión. GC