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VolverEstos son los principales artistas de la 'Nueva Ola' del vallenato
Fuente: El Tiempo - Liliana Martínez Polo | Fecha: 2005-10-07 | Visitas: 177022
'La nueva ola' era una canción viejísima de Alejo Durán que un cantante adolescente, Luifer Cuello, retomó para su primer disco.
El nombre después se empleó para bautizar a todo el movimiento juvenil vallenato que tuvo en Kaleth Morales a uno de sus fulgurantes representantes.
"La bendita nueva ola no es más que una manifestación de un sector que estaba descuidado por el vallenato –explica el productor y compositor Felipe Peláez–, el de las peladitas de 14 a 19 años, que querían ver a un pelado de 17, que se vistiera como ellas y hablara un idioma con el que pudieran identificarse. Una niña de 14 no se ve coreando una canción de Los Zuleta".
Por eso pegaron tanto las canciones como La colegiala ('Una monja me botó de tu colegio...'), de Silvestre Dangond; o el Vallenato reggae, de Luifer Cuello, o la misma Vivo en el limbo, de Kaleth.
Sin embargo, la nueva ola no fue cosa de este año, aunque solo en el 2005 adoptó su nombre como movimiento. Hace por lo menos siete años Peter Manjarrés y Juan Mario de la Espriella se unieron con la intención de dar una tercera opción en un vallenato que solo tenía dos caminos: el tradicional y el romántico ('llorón' o 'balanato', para sus detractores). Ellos quisieron retomar la tradición, pero con letras más frescas.
Manjarrés, el mayorcito de la nueva ola, ya tiene siete álbumes. Juancho, su ex colega, va con Silvestre Dangond en una carrera de cuatro álbumes. Luifer, por su parte, el más juvenil de los que encabezan el movimiento, va por el segundo trabajo, con una propuesta que va desde cantar al revés (Vallenato reggae) hasta la inclusión de la música del Chavo del 8 en los solos de acordeón de sus canciones.
Detrás de ellos hay toda una corriente de muchachos que quieren un cupo en el cuadro de honor del nuevo vallenato.
Silvestre y Juan Mario buscan la madurez
"No me gusta hablar de nueva ola, no soy nueva ola –dice Silvestre Dangond–. Más bien, soy un cantante vallenato joven. Lo de 'nueva ola' lo puso la prensa y hace pensar en un fenómeno de hoy. Pero yo quiero ser de los que se queden cuando el boom se acabe".
Después de La colegiala, Silvestre y su acordeonero, Juancho de La Espriella han sentido la presión por un éxito de ese tamaño. Sin embargo, ambos tienen claro que mientras los otros cantantes vallentos jóvenes exploran el modernismo y la fusión, ellos quieren madurar. "Sí–explica Dangond–, porque lo que quedará en el recuerdo de la gente será la palabra vallenato a secas. Y esa estará asociada con Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Beto Zabaleta. Y yo quiero colarme en ese grupo. Por eso, ahora es cuando hay que trabajar más duro".
Silvestre, que desde niño cantaba, incluso a veces para conseguir que le regalaran empanadas, encabeza precisamente el movimiento del que reniega. De hecho, se destaca entre sus colegas por ser el más polémico. Ahora, con canciones como El tao tao, pretende seguir el sueño que comparte con su compadre Juancho: "El de llegar hasta donde la música nos pueda llevar –explica de La Espriella– sin tener que fusionarla con otras cosas. Porque pegamos así y no necesitamos ponerle reggae para llegar lejos".
Peter: 'el precursor'
Peter Manjarrés, de 28 años, es odontólogo, pero se decidió por la música. Su primer acordeonero fue Juancho de La Espriella, después trabajó con Franco Argüelles y ahora grabó con Sergio Luis Rodríguez, otro 'ex niño vallenato', el álbum Imbatible.
A lo largo de siete álbumes, ha cantado éxitos como La que me quita el sueño, La dueña de mi vida, Llegó el momento, Voy con todo y Dime que sí. "Lo más duro de mi carrera –dice– fue el comienzo. En ese momento no había 'nueva ola', había solo seis grandes del vallenato (Zabaleta, Poncho Zuleta, Diomedes, Iván Villazón, el Binomio), y ni modo de enfrentarse a ellos. Tocaba buscar cómo meterse ahí para que alguien oyera. Eso me ayudó a madurar. Me siento orgulloso de que me llamen el precursor del movimiento, aunque me gustaría más el término 'nueva generación del vallenato'".
Luifer y Mane
Si hay un "vallenato pa' 'peladitos' es el que hacen Luifer Cuello y Manuel Julián Martínez, de 21 y 20 años respectivamente, conocidos por su canción El Pin pon pan. Ahora, su álbum La nueva ola con más fuerza trae piezas llamativas como Colorín colorado, la de un muchacho que termina una relación con su novia, con expresiones típicas de 'El Chavo'. Y Manuel Julián, ex 'niño vallenato', se faja toda la melodía del conocido personaje, en un solo de acordeón.
Se conocen desde la infancia, en Valledupar. Luifer se había ido a la UIS a estudiar música pensando en formar parte del grupo coral. Sin embargo, un día decidió cantar lo de su tierra. Buscó a Juank Ricardo (el acordeonero de Kaleth) y terminó por sacar a Manuel Julián de Los Niños del Vallenato del Turco Gil, para grabar un demo, que se pegó en la Costa.
"Antes, el autor le componía al palo de mango, ahora se habla de lo que está de moda –explicó Luifer–. Las nuestras son letras de 'pelao'. Tenemos La chica superpoderosa, escrita por 'El panguito' Maestre (el hijo de 'El Pangue') sobre un muchacho pobre que ve superpoderosa a su amada, porque ella sí tiene plata".
Los debutantes de la nueva generación
Roberto Carlos y Mauricio Castro son la nueva pareja fichada por Codiscos. El cantante, Roberto, estudió para contador público, pero decidió vivir del vallenato y prueba suerte con el disco Piropeando, producido por Franco Argüelles.
Tuto Uhía y Gustavo García acaban de sacar su primer disco. Uhía se hizo conocido por la canción El clavo del recuerdo, de Kaleth. Ahora, se abre camino con El Grammy, en la que le dice a su amada que ella le importa más que ganar un Grammy. Tiene una canción de Kike Santander.
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Estos son los principales artistas de la 'Nueva Ola' del vallenato
Fuente: El Tiempo - Liliana Martínez Polo | Fecha: 2005-10-07 | Visitas: 177022
'La nueva ola' era una canción viejísima de Alejo Durán que un cantante adolescente, Luifer Cuello, retomó para su primer disco.
El nombre después se empleó para bautizar a todo el movimiento juvenil vallenato que tuvo en Kaleth Morales a uno de sus fulgurantes representantes.
"La bendita nueva ola no es más que una manifestación de un sector que estaba descuidado por el vallenato –explica el productor y compositor Felipe Peláez–, el de las peladitas de 14 a 19 años, que querían ver a un pelado de 17, que se vistiera como ellas y hablara un idioma con el que pudieran identificarse. Una niña de 14 no se ve coreando una canción de Los Zuleta".
Por eso pegaron tanto las canciones como La colegiala ('Una monja me botó de tu colegio...'), de Silvestre Dangond; o el Vallenato reggae, de Luifer Cuello, o la misma Vivo en el limbo, de Kaleth.
Sin embargo, la nueva ola no fue cosa de este año, aunque solo en el 2005 adoptó su nombre como movimiento. Hace por lo menos siete años Peter Manjarrés y Juan Mario de la Espriella se unieron con la intención de dar una tercera opción en un vallenato que solo tenía dos caminos: el tradicional y el romántico ('llorón' o 'balanato', para sus detractores). Ellos quisieron retomar la tradición, pero con letras más frescas.
Manjarrés, el mayorcito de la nueva ola, ya tiene siete álbumes. Juancho, su ex colega, va con Silvestre Dangond en una carrera de cuatro álbumes. Luifer, por su parte, el más juvenil de los que encabezan el movimiento, va por el segundo trabajo, con una propuesta que va desde cantar al revés (Vallenato reggae) hasta la inclusión de la música del Chavo del 8 en los solos de acordeón de sus canciones.
Detrás de ellos hay toda una corriente de muchachos que quieren un cupo en el cuadro de honor del nuevo vallenato.
Silvestre y Juan Mario buscan la madurez
"No me gusta hablar de nueva ola, no soy nueva ola –dice Silvestre Dangond–. Más bien, soy un cantante vallenato joven. Lo de 'nueva ola' lo puso la prensa y hace pensar en un fenómeno de hoy. Pero yo quiero ser de los que se queden cuando el boom se acabe".
Después de La colegiala, Silvestre y su acordeonero, Juancho de La Espriella han sentido la presión por un éxito de ese tamaño. Sin embargo, ambos tienen claro que mientras los otros cantantes vallentos jóvenes exploran el modernismo y la fusión, ellos quieren madurar. "Sí–explica Dangond–, porque lo que quedará en el recuerdo de la gente será la palabra vallenato a secas. Y esa estará asociada con Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Beto Zabaleta. Y yo quiero colarme en ese grupo. Por eso, ahora es cuando hay que trabajar más duro".
Silvestre, que desde niño cantaba, incluso a veces para conseguir que le regalaran empanadas, encabeza precisamente el movimiento del que reniega. De hecho, se destaca entre sus colegas por ser el más polémico. Ahora, con canciones como El tao tao, pretende seguir el sueño que comparte con su compadre Juancho: "El de llegar hasta donde la música nos pueda llevar –explica de La Espriella– sin tener que fusionarla con otras cosas. Porque pegamos así y no necesitamos ponerle reggae para llegar lejos".
Peter: 'el precursor'
Peter Manjarrés, de 28 años, es odontólogo, pero se decidió por la música. Su primer acordeonero fue Juancho de La Espriella, después trabajó con Franco Argüelles y ahora grabó con Sergio Luis Rodríguez, otro 'ex niño vallenato', el álbum Imbatible.
A lo largo de siete álbumes, ha cantado éxitos como La que me quita el sueño, La dueña de mi vida, Llegó el momento, Voy con todo y Dime que sí. "Lo más duro de mi carrera –dice– fue el comienzo. En ese momento no había 'nueva ola', había solo seis grandes del vallenato (Zabaleta, Poncho Zuleta, Diomedes, Iván Villazón, el Binomio), y ni modo de enfrentarse a ellos. Tocaba buscar cómo meterse ahí para que alguien oyera. Eso me ayudó a madurar. Me siento orgulloso de que me llamen el precursor del movimiento, aunque me gustaría más el término 'nueva generación del vallenato'".
Luifer y Mane
Si hay un "vallenato pa' 'peladitos' es el que hacen Luifer Cuello y Manuel Julián Martínez, de 21 y 20 años respectivamente, conocidos por su canción El Pin pon pan. Ahora, su álbum La nueva ola con más fuerza trae piezas llamativas como Colorín colorado, la de un muchacho que termina una relación con su novia, con expresiones típicas de 'El Chavo'. Y Manuel Julián, ex 'niño vallenato', se faja toda la melodía del conocido personaje, en un solo de acordeón.
Se conocen desde la infancia, en Valledupar. Luifer se había ido a la UIS a estudiar música pensando en formar parte del grupo coral. Sin embargo, un día decidió cantar lo de su tierra. Buscó a Juank Ricardo (el acordeonero de Kaleth) y terminó por sacar a Manuel Julián de Los Niños del Vallenato del Turco Gil, para grabar un demo, que se pegó en la Costa.
"Antes, el autor le componía al palo de mango, ahora se habla de lo que está de moda –explicó Luifer–. Las nuestras son letras de 'pelao'. Tenemos La chica superpoderosa, escrita por 'El panguito' Maestre (el hijo de 'El Pangue') sobre un muchacho pobre que ve superpoderosa a su amada, porque ella sí tiene plata".
Los debutantes de la nueva generación
Roberto Carlos y Mauricio Castro son la nueva pareja fichada por Codiscos. El cantante, Roberto, estudió para contador público, pero decidió vivir del vallenato y prueba suerte con el disco Piropeando, producido por Franco Argüelles.
Tuto Uhía y Gustavo García acaban de sacar su primer disco. Uhía se hizo conocido por la canción El clavo del recuerdo, de Kaleth. Ahora, se abre camino con El Grammy, en la que le dice a su amada que ella le importa más que ganar un Grammy. Tiene una canción de Kike Santander.
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Estos son los principales artistas de la 'Nueva Ola' del vallenato
Fuente: El Tiempo - Liliana Martínez Polo | Fecha: 2005-10-07 | Visitas: 177022
'La nueva ola' era una canción viejísima de Alejo Durán que un cantante adolescente, Luifer Cuello, retomó para su primer disco.
El nombre después se empleó para bautizar a todo el movimiento juvenil vallenato que tuvo en Kaleth Morales a uno de sus fulgurantes representantes.
"La bendita nueva ola no es más que una manifestación de un sector que estaba descuidado por el vallenato –explica el productor y compositor Felipe Peláez–, el de las peladitas de 14 a 19 años, que querían ver a un pelado de 17, que se vistiera como ellas y hablara un idioma con el que pudieran identificarse. Una niña de 14 no se ve coreando una canción de Los Zuleta".
Por eso pegaron tanto las canciones como La colegiala ('Una monja me botó de tu colegio...'), de Silvestre Dangond; o el Vallenato reggae, de Luifer Cuello, o la misma Vivo en el limbo, de Kaleth.
Sin embargo, la nueva ola no fue cosa de este año, aunque solo en el 2005 adoptó su nombre como movimiento. Hace por lo menos siete años Peter Manjarrés y Juan Mario de la Espriella se unieron con la intención de dar una tercera opción en un vallenato que solo tenía dos caminos: el tradicional y el romántico ('llorón' o 'balanato', para sus detractores). Ellos quisieron retomar la tradición, pero con letras más frescas.
Manjarrés, el mayorcito de la nueva ola, ya tiene siete álbumes. Juancho, su ex colega, va con Silvestre Dangond en una carrera de cuatro álbumes. Luifer, por su parte, el más juvenil de los que encabezan el movimiento, va por el segundo trabajo, con una propuesta que va desde cantar al revés (Vallenato reggae) hasta la inclusión de la música del Chavo del 8 en los solos de acordeón de sus canciones.
Detrás de ellos hay toda una corriente de muchachos que quieren un cupo en el cuadro de honor del nuevo vallenato.
Silvestre y Juan Mario buscan la madurez
"No me gusta hablar de nueva ola, no soy nueva ola –dice Silvestre Dangond–. Más bien, soy un cantante vallenato joven. Lo de 'nueva ola' lo puso la prensa y hace pensar en un fenómeno de hoy. Pero yo quiero ser de los que se queden cuando el boom se acabe".
Después de La colegiala, Silvestre y su acordeonero, Juancho de La Espriella han sentido la presión por un éxito de ese tamaño. Sin embargo, ambos tienen claro que mientras los otros cantantes vallentos jóvenes exploran el modernismo y la fusión, ellos quieren madurar. "Sí–explica Dangond–, porque lo que quedará en el recuerdo de la gente será la palabra vallenato a secas. Y esa estará asociada con Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Beto Zabaleta. Y yo quiero colarme en ese grupo. Por eso, ahora es cuando hay que trabajar más duro".
Silvestre, que desde niño cantaba, incluso a veces para conseguir que le regalaran empanadas, encabeza precisamente el movimiento del que reniega. De hecho, se destaca entre sus colegas por ser el más polémico. Ahora, con canciones como El tao tao, pretende seguir el sueño que comparte con su compadre Juancho: "El de llegar hasta donde la música nos pueda llevar –explica de La Espriella– sin tener que fusionarla con otras cosas. Porque pegamos así y no necesitamos ponerle reggae para llegar lejos".
Peter: 'el precursor'
Peter Manjarrés, de 28 años, es odontólogo, pero se decidió por la música. Su primer acordeonero fue Juancho de La Espriella, después trabajó con Franco Argüelles y ahora grabó con Sergio Luis Rodríguez, otro 'ex niño vallenato', el álbum Imbatible.
A lo largo de siete álbumes, ha cantado éxitos como La que me quita el sueño, La dueña de mi vida, Llegó el momento, Voy con todo y Dime que sí. "Lo más duro de mi carrera –dice– fue el comienzo. En ese momento no había 'nueva ola', había solo seis grandes del vallenato (Zabaleta, Poncho Zuleta, Diomedes, Iván Villazón, el Binomio), y ni modo de enfrentarse a ellos. Tocaba buscar cómo meterse ahí para que alguien oyera. Eso me ayudó a madurar. Me siento orgulloso de que me llamen el precursor del movimiento, aunque me gustaría más el término 'nueva generación del vallenato'".
Luifer y Mane
Si hay un "vallenato pa' 'peladitos' es el que hacen Luifer Cuello y Manuel Julián Martínez, de 21 y 20 años respectivamente, conocidos por su canción El Pin pon pan. Ahora, su álbum La nueva ola con más fuerza trae piezas llamativas como Colorín colorado, la de un muchacho que termina una relación con su novia, con expresiones típicas de 'El Chavo'. Y Manuel Julián, ex 'niño vallenato', se faja toda la melodía del conocido personaje, en un solo de acordeón.
Se conocen desde la infancia, en Valledupar. Luifer se había ido a la UIS a estudiar música pensando en formar parte del grupo coral. Sin embargo, un día decidió cantar lo de su tierra. Buscó a Juank Ricardo (el acordeonero de Kaleth) y terminó por sacar a Manuel Julián de Los Niños del Vallenato del Turco Gil, para grabar un demo, que se pegó en la Costa.
"Antes, el autor le componía al palo de mango, ahora se habla de lo que está de moda –explicó Luifer–. Las nuestras son letras de 'pelao'. Tenemos La chica superpoderosa, escrita por 'El panguito' Maestre (el hijo de 'El Pangue') sobre un muchacho pobre que ve superpoderosa a su amada, porque ella sí tiene plata".
Los debutantes de la nueva generación
Roberto Carlos y Mauricio Castro son la nueva pareja fichada por Codiscos. El cantante, Roberto, estudió para contador público, pero decidió vivir del vallenato y prueba suerte con el disco Piropeando, producido por Franco Argüelles.
Tuto Uhía y Gustavo García acaban de sacar su primer disco. Uhía se hizo conocido por la canción El clavo del recuerdo, de Kaleth. Ahora, se abre camino con El Grammy, en la que le dice a su amada que ella le importa más que ganar un Grammy. Tiene una canción de Kike Santander.