Ernesto Mendoza y Rolando Ochoa son dos jóvenes, ambos de 27 años de edad que vienen trabajando juntos como agrupación vallenata desde hace algún tiempo. Actualmente se encuentran promocionando su segundo material discográfico ¡Qué Viva el amor!.

"Es un disco vallenato bien trabajado, joven pero serio" no duda en responder Ernesto Mendoza, la voz líder del grupo al preguntársele acerca de este material. Hacemos parte de un nuevo estilo, pero este es un álbum con las bases vallenatas bien puestas, es la combinación de un vallenato joven con el vallenato clásico, respetando el estilo de maestros como Los Zuleta y Jorge Oñate". Su compañero en el acordeón es Rolando Ochoa, hijo del gran Calixto Ochoa y del que Rolando no solo le aprende su herencia musical sino que le sigue uno a uno sus consejos, como el de mantener la humildad bien puesta, "hay que ser humilde con la gente que es lo más bonito del artista", afirmó.

Raíces musicales Ernesto nació en Badillo Cesar, pero a la edad de un año se fue para Villanueva Guajira, ciudad donde se crió, por lo que se considera hijo de esta tierra. Allí donde cualquiera canta o toca guitarra, donde todos los niños crecen bajo las notas del acordeón, a lo que Ernesto comenta que es el ambiente propicio para que aflore la vena artística, pues el no tiene otra explicación a su pasión por este género musical.

Por su parte, Rolando nació en Sincelejo y a la edad de 16 años se fue a vivir a Cartagena y desde hace 5 años vive en Valledupar. Él considera que esta experiencia de ser artista es un proceso, que "se encuentra más maduro y ya está más canchiao".

Ernesto Mendoza y Rolando Ochoa son dos jóvenes, ambos de 27 años de edad que vienen trabajando juntos como agrupación vallenata desde hace algún tiempo. Actualmente se encuentran promocionando su segundo material discográfico ¡Qué Viva el amor!.

"Es un disco vallenato bien trabajado, joven pero serio" no duda en responder Ernesto Mendoza, la voz líder del grupo al preguntársele acerca de este material. Hacemos parte de un nuevo estilo, pero este es un álbum con las bases vallenatas bien puestas, es la combinación de un vallenato joven con el vallenato clásico, respetando el estilo de maestros como Los Zuleta y Jorge Oñate". Su compañero en el acordeón es Rolando Ochoa, hijo del gran Calixto Ochoa y del que Rolando no solo le aprende su herencia musical sino que le sigue uno a uno sus consejos, como el de mantener la humildad bien puesta, "hay que ser humilde con la gente que es lo más bonito del artista", afirmó.

Raíces musicales Ernesto nació en Badillo Cesar, pero a la edad de un año se fue para Villanueva Guajira, ciudad donde se crió, por lo que se considera hijo de esta tierra. Allí donde cualquiera canta o toca guitarra, donde todos los niños crecen bajo las notas del acordeón, a lo que Ernesto comenta que es el ambiente propicio para que aflore la vena artística, pues el no tiene otra explicación a su pasión por este género musical.

Por su parte, Rolando nació en Sincelejo y a la edad de 16 años se fue a vivir a Cartagena y desde hace 5 años vive en Valledupar. Él considera que esta experiencia de ser artista es un proceso, que "se encuentra más maduro y ya está más canchiao".

Ernesto Mendoza y Rolando Ochoa son dos jóvenes, ambos de 27 años de edad que vienen trabajando juntos como agrupación vallenata desde hace algún tiempo. Actualmente se encuentran promocionando su segundo material discográfico ¡Qué Viva el amor!.

"Es un disco vallenato bien trabajado, joven pero serio" no duda en responder Ernesto Mendoza, la voz líder del grupo al preguntársele acerca de este material. Hacemos parte de un nuevo estilo, pero este es un álbum con las bases vallenatas bien puestas, es la combinación de un vallenato joven con el vallenato clásico, respetando el estilo de maestros como Los Zuleta y Jorge Oñate". Su compañero en el acordeón es Rolando Ochoa, hijo del gran Calixto Ochoa y del que Rolando no solo le aprende su herencia musical sino que le sigue uno a uno sus consejos, como el de mantener la humildad bien puesta, "hay que ser humilde con la gente que es lo más bonito del artista", afirmó.

Raíces musicales Ernesto nació en Badillo Cesar, pero a la edad de un año se fue para Villanueva Guajira, ciudad donde se crió, por lo que se considera hijo de esta tierra. Allí donde cualquiera canta o toca guitarra, donde todos los niños crecen bajo las notas del acordeón, a lo que Ernesto comenta que es el ambiente propicio para que aflore la vena artística, pues el no tiene otra explicación a su pasión por este género musical.

Por su parte, Rolando nació en Sincelejo y a la edad de 16 años se fue a vivir a Cartagena y desde hace 5 años vive en Valledupar. Él considera que esta experiencia de ser artista es un proceso, que "se encuentra más maduro y ya está más canchiao".