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VolverFabio Zuleta, rey en Barranquilla
Fuente: Patricia Escobar - El Heraldo - Fotos Johny Olivares | Fecha: 2004-08-15 | Visitas: 23443
Perteneciente a una de las dinastías más grandes e importantes del folclor vallenato, Fabio Zuleta Díaz, el hijo del viejo Emiliano y de Carmen Díaz, el papá de Iván y 16 hijos más, se ha apoderado de la sintonía radial con su humor, subido a veces de tono, pero ciento por ciento costumbrista.
Fabio además, acaba de abrir un nuevo espacio a la parranda vallenata, al repentismo y el humor, donde todos los viernes, se vive algo de lo que es su mundo. En El Callejón, los amantes de la música del Valle de Upar y los seguidores de este artista del pueblo viven cada viernes una parranda inolvidable, como las que vivió Fabio desde que tiene uso de razón, y junto a su padre y otros grandes del folclor, amanecía en el patio de cualquier casa, a la vereda de cualquier camino entre La Guajira y Cesar, contando historias, viendo como se enamoraban los grandes, haciendo chistes y tocando el acordeón.
Fabio dice que desde que era niño ha sido un contador de historias, un inventor de chistes, un humorista básicamente costumbrista, pero que desde hace 9 años se ha dedicado profesionalmente al oficio.
Comenzó con un programa de dos horas diarias en Radio Guatapurí, la emisora insigne vallenato en la capital del Cesar, en el horario de 4 a 6 de la mañana. Allí alcanzó altísimos niveles de audiencia e hizo que muchos habitantes de esa hermosa ciudad comenzaran a levantarse más temprano que de costumbre para no perderse los cuentos del día, muchos de los cuales eran comentados a lo largo de la jornada.
Hace tres año se trasladó para Barranquilla con su esposa Ñeña, que en realidad se llama Denia, nombre que descubrió hace dos años, después de 34 de casados, cuando fue a abrirle una cuenta en el Banco. Bueno eso dice él.
Y es que uno no sabe cuánto de real hay en sus historias. Fabio es un conversador innato. Un carretillero que hace destornillar de la risa a quien lo escucha. Un cuenta-chistes que no se limita a contar lo que escucha, sino que crea las propias películas.
Este humorista criollo, es además, el compositor de muchos temas hermosos, cincuenta de los cuales ya le han sido grabados por artistas de gran talla, como Diomedes Diaz, entre otros. “La montañita”, “Sol y luna”, “El torero” y “El cantor de Villanueva” son algunos de los temas que lo han hecho popular en el ámbito de la música en nuestro país. Pero ninguno de ellos, por más popular que haya sido, alcanza los niveles de sintonía que puede alcanzar una audiencia de un programa de Fabio, sobre todo, si en el ambiente se cuece un cuento.
En Barranquilla estuvo primero en Emisoras Unidas, después en La Voz de la Costa y durante un año y medio en la Emisora La Reina de la Cadena Radial Olímpica. En la actualidad tiene su programa en Radio Libertad, donde compró un espacio de tres horas diarias, a partir de las tres de la tarde, de lunes a viernes, cuando sale directo a El Callejón para atender personalmente a su numerosa clientela. Además saca tiempo para aparecer en el programa La Barra, hacer presentaciones privadas, asistir a festivales vallenatos y fiestas folclóricas en la región.
Fabio habla de frente, en voz alta, raspao y pelao. Se ríe de sí mismo y de los demás. Le saca un chiste a cualquier situación y hace imaginar a los viejos juglares, creadores del vallenato, cuando en sus travesías de aquí para allá, se convirtieron en los que llevaban las noticias y los chismes, sin poder saber uno cuánto de verdad y cuánto de exageración había en sus narraciones. Esas rondas que se hacían alrededor de una botella de trago para escuchar muy bien narrada una historia, dieron pie al vallenato que conocemos hoy como tradicional, y de donde nacieron también los repentistas, los trovadores, los verseadores, los contadores de chistes y los compositores. Todo ello es Fabio quien dice además, “Yo también canto manita y he grabado cuatro Cd, dos de ellos con Chemita Ramos, Rey Vallenato”.
Fabio está feliz en Barranquilla, aunque reconoce que le hace falta el campo y escuchar las historias de los campesinos. Pero que sin embargo, en la capital del Atlántico se sabe todo lo que pasa en la provincia y las historias se convierten en verdaderos manjares, que vienen distorsionándose poco a poco. “Pero cuando me toca reconfirmo la fuente”, este hombre que, como todos los Zuleta, no deja de ser un eterno enamorado de las mujeres, un coqueto empedernido, y un vanidosito al que le gustaría tener menos canas y menos patas de gallina alrededor de sus ojos.
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Fabio Zuleta, rey en Barranquilla
Fuente: Patricia Escobar - El Heraldo - Fotos Johny Olivares | Fecha: 2004-08-15 | Visitas: 23443
Perteneciente a una de las dinastías más grandes e importantes del folclor vallenato, Fabio Zuleta Díaz, el hijo del viejo Emiliano y de Carmen Díaz, el papá de Iván y 16 hijos más, se ha apoderado de la sintonía radial con su humor, subido a veces de tono, pero ciento por ciento costumbrista.
Fabio además, acaba de abrir un nuevo espacio a la parranda vallenata, al repentismo y el humor, donde todos los viernes, se vive algo de lo que es su mundo. En El Callejón, los amantes de la música del Valle de Upar y los seguidores de este artista del pueblo viven cada viernes una parranda inolvidable, como las que vivió Fabio desde que tiene uso de razón, y junto a su padre y otros grandes del folclor, amanecía en el patio de cualquier casa, a la vereda de cualquier camino entre La Guajira y Cesar, contando historias, viendo como se enamoraban los grandes, haciendo chistes y tocando el acordeón.
Fabio dice que desde que era niño ha sido un contador de historias, un inventor de chistes, un humorista básicamente costumbrista, pero que desde hace 9 años se ha dedicado profesionalmente al oficio.
Comenzó con un programa de dos horas diarias en Radio Guatapurí, la emisora insigne vallenato en la capital del Cesar, en el horario de 4 a 6 de la mañana. Allí alcanzó altísimos niveles de audiencia e hizo que muchos habitantes de esa hermosa ciudad comenzaran a levantarse más temprano que de costumbre para no perderse los cuentos del día, muchos de los cuales eran comentados a lo largo de la jornada.
Hace tres año se trasladó para Barranquilla con su esposa Ñeña, que en realidad se llama Denia, nombre que descubrió hace dos años, después de 34 de casados, cuando fue a abrirle una cuenta en el Banco. Bueno eso dice él.
Y es que uno no sabe cuánto de real hay en sus historias. Fabio es un conversador innato. Un carretillero que hace destornillar de la risa a quien lo escucha. Un cuenta-chistes que no se limita a contar lo que escucha, sino que crea las propias películas.
Este humorista criollo, es además, el compositor de muchos temas hermosos, cincuenta de los cuales ya le han sido grabados por artistas de gran talla, como Diomedes Diaz, entre otros. “La montañita”, “Sol y luna”, “El torero” y “El cantor de Villanueva” son algunos de los temas que lo han hecho popular en el ámbito de la música en nuestro país. Pero ninguno de ellos, por más popular que haya sido, alcanza los niveles de sintonía que puede alcanzar una audiencia de un programa de Fabio, sobre todo, si en el ambiente se cuece un cuento.
En Barranquilla estuvo primero en Emisoras Unidas, después en La Voz de la Costa y durante un año y medio en la Emisora La Reina de la Cadena Radial Olímpica. En la actualidad tiene su programa en Radio Libertad, donde compró un espacio de tres horas diarias, a partir de las tres de la tarde, de lunes a viernes, cuando sale directo a El Callejón para atender personalmente a su numerosa clientela. Además saca tiempo para aparecer en el programa La Barra, hacer presentaciones privadas, asistir a festivales vallenatos y fiestas folclóricas en la región.
Fabio habla de frente, en voz alta, raspao y pelao. Se ríe de sí mismo y de los demás. Le saca un chiste a cualquier situación y hace imaginar a los viejos juglares, creadores del vallenato, cuando en sus travesías de aquí para allá, se convirtieron en los que llevaban las noticias y los chismes, sin poder saber uno cuánto de verdad y cuánto de exageración había en sus narraciones. Esas rondas que se hacían alrededor de una botella de trago para escuchar muy bien narrada una historia, dieron pie al vallenato que conocemos hoy como tradicional, y de donde nacieron también los repentistas, los trovadores, los verseadores, los contadores de chistes y los compositores. Todo ello es Fabio quien dice además, “Yo también canto manita y he grabado cuatro Cd, dos de ellos con Chemita Ramos, Rey Vallenato”.
Fabio está feliz en Barranquilla, aunque reconoce que le hace falta el campo y escuchar las historias de los campesinos. Pero que sin embargo, en la capital del Atlántico se sabe todo lo que pasa en la provincia y las historias se convierten en verdaderos manjares, que vienen distorsionándose poco a poco. “Pero cuando me toca reconfirmo la fuente”, este hombre que, como todos los Zuleta, no deja de ser un eterno enamorado de las mujeres, un coqueto empedernido, y un vanidosito al que le gustaría tener menos canas y menos patas de gallina alrededor de sus ojos.
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Fabio Zuleta, rey en Barranquilla
Fuente: Patricia Escobar - El Heraldo - Fotos Johny Olivares | Fecha: 2004-08-15 | Visitas: 23443
Perteneciente a una de las dinastías más grandes e importantes del folclor vallenato, Fabio Zuleta Díaz, el hijo del viejo Emiliano y de Carmen Díaz, el papá de Iván y 16 hijos más, se ha apoderado de la sintonía radial con su humor, subido a veces de tono, pero ciento por ciento costumbrista.
Fabio además, acaba de abrir un nuevo espacio a la parranda vallenata, al repentismo y el humor, donde todos los viernes, se vive algo de lo que es su mundo. En El Callejón, los amantes de la música del Valle de Upar y los seguidores de este artista del pueblo viven cada viernes una parranda inolvidable, como las que vivió Fabio desde que tiene uso de razón, y junto a su padre y otros grandes del folclor, amanecía en el patio de cualquier casa, a la vereda de cualquier camino entre La Guajira y Cesar, contando historias, viendo como se enamoraban los grandes, haciendo chistes y tocando el acordeón.
Fabio dice que desde que era niño ha sido un contador de historias, un inventor de chistes, un humorista básicamente costumbrista, pero que desde hace 9 años se ha dedicado profesionalmente al oficio.
Comenzó con un programa de dos horas diarias en Radio Guatapurí, la emisora insigne vallenato en la capital del Cesar, en el horario de 4 a 6 de la mañana. Allí alcanzó altísimos niveles de audiencia e hizo que muchos habitantes de esa hermosa ciudad comenzaran a levantarse más temprano que de costumbre para no perderse los cuentos del día, muchos de los cuales eran comentados a lo largo de la jornada.
Hace tres año se trasladó para Barranquilla con su esposa Ñeña, que en realidad se llama Denia, nombre que descubrió hace dos años, después de 34 de casados, cuando fue a abrirle una cuenta en el Banco. Bueno eso dice él.
Y es que uno no sabe cuánto de real hay en sus historias. Fabio es un conversador innato. Un carretillero que hace destornillar de la risa a quien lo escucha. Un cuenta-chistes que no se limita a contar lo que escucha, sino que crea las propias películas.
Este humorista criollo, es además, el compositor de muchos temas hermosos, cincuenta de los cuales ya le han sido grabados por artistas de gran talla, como Diomedes Diaz, entre otros. “La montañita”, “Sol y luna”, “El torero” y “El cantor de Villanueva” son algunos de los temas que lo han hecho popular en el ámbito de la música en nuestro país. Pero ninguno de ellos, por más popular que haya sido, alcanza los niveles de sintonía que puede alcanzar una audiencia de un programa de Fabio, sobre todo, si en el ambiente se cuece un cuento.
En Barranquilla estuvo primero en Emisoras Unidas, después en La Voz de la Costa y durante un año y medio en la Emisora La Reina de la Cadena Radial Olímpica. En la actualidad tiene su programa en Radio Libertad, donde compró un espacio de tres horas diarias, a partir de las tres de la tarde, de lunes a viernes, cuando sale directo a El Callejón para atender personalmente a su numerosa clientela. Además saca tiempo para aparecer en el programa La Barra, hacer presentaciones privadas, asistir a festivales vallenatos y fiestas folclóricas en la región.
Fabio habla de frente, en voz alta, raspao y pelao. Se ríe de sí mismo y de los demás. Le saca un chiste a cualquier situación y hace imaginar a los viejos juglares, creadores del vallenato, cuando en sus travesías de aquí para allá, se convirtieron en los que llevaban las noticias y los chismes, sin poder saber uno cuánto de verdad y cuánto de exageración había en sus narraciones. Esas rondas que se hacían alrededor de una botella de trago para escuchar muy bien narrada una historia, dieron pie al vallenato que conocemos hoy como tradicional, y de donde nacieron también los repentistas, los trovadores, los verseadores, los contadores de chistes y los compositores. Todo ello es Fabio quien dice además, “Yo también canto manita y he grabado cuatro Cd, dos de ellos con Chemita Ramos, Rey Vallenato”.
Fabio está feliz en Barranquilla, aunque reconoce que le hace falta el campo y escuchar las historias de los campesinos. Pero que sin embargo, en la capital del Atlántico se sabe todo lo que pasa en la provincia y las historias se convierten en verdaderos manjares, que vienen distorsionándose poco a poco. “Pero cuando me toca reconfirmo la fuente”, este hombre que, como todos los Zuleta, no deja de ser un eterno enamorado de las mujeres, un coqueto empedernido, y un vanidosito al que le gustaría tener menos canas y menos patas de gallina alrededor de sus ojos.