Tenía mucho rato que no viajaba con Miguel Morales a una presentación suya, mi compadre Migue siempre me reprochaba que yo solo viajaba con Villazón o con los de la Nueva Ola, Peter, Silvestre, Los K Morales o Tuto Uhia. Iniciamos el viaje en el respectivo “Thermo King” desde Valledupar hasta la Gloria(Cesar) de allí en Jhonson(lancha o chalupa) atravesamos el Río Magdalena, pasamos por Río Viejo y llegamos luego de cuarenta minutos hasta Arenal(Municipio del sur de Bolívar), grata sorpresa cuando nos recibieron una multitud de gente amable como son las gentes del golpeado sur de Bolívar, nos montamos en par Toyotas y tamaña sorpresa cuando después de quince minutos por una carretera bien pavimentada y con un paisaje a pesar de que caia la noche, agradable y el recibimiento fue aun mejor, con alcalde a bordo, muchos amigos del pueblo nos hicieron sentir como en casa, o quizas mejor que en casa.

No nos habíamos acomodado cuando nos “levantaron” con una sopa de Pato, acompañada del “inmancable”, suero “atoyabuey”, vino el descanso y despúes de ese “opiparo” recibimiento un descansito con habitación con full aire acondicionado para Migue, Kalata y yo. Durante el camino Migue, “Kalata” Mendoza (un gran acordeonero) y sus muchachitos, porque así es el grupo de Miguel, una serie de jovencitos con mucho profesionalismo y calidad artistica y humana, conversabamos y nos reíamos de las ocurrencias de un viaje de este tipo, viajar con los grupos musicales es toda una aventura, nadie sabe como se goza y como se sufre en estos viajes, a Migue se le nota el cansancio después de mas de veinte años en este “viajeteo” como decimos en nuestra tierra, hablamos de los proyectos, de cómo va la grabación del nuevo CD de Migue, de lo bien que les está yendo a los K, de Nevis y del siempre recordado Kalet, siempre es tema obligado cuando migue conversa con propios y extraños, en mi caso por ser muy allegado a su familia, tocamos el tema como una forma de tener presente a Kaleth, su ausencia duele, pero sus recuerdos son grandes y nos hace mantenerlo vivo en lo recondito de nuestros recuerdos.

Mientras Migue reposaba, con “Kalata” nos fuimos a recorrer las calles del pueblo, no hay cosa mas sabrosa que un pueblo de la costa en fiestas patronales, las mujeres contoneandose con sus mejores galas, la “pelaera” con pantalón largo y camisa manga larga enmugrándose mientras la mamá corre con un palo a pegarle porque se va enmugrar para ir a la Plaza, los “vivos” que van de fiesta en fiesta de la ruleta, la chequita, las escopetas que nuncan dan en el blanco, los vendedores de cuanto “parapeto” hay, empanadas, perros, pasteles, la sopa de mondongo para levantar los enguayabaos, la gallera, los pick ups a to´ timbal con música de Diomedes, de los Zuleta, de Farid y de los Hermanos Osorio, porque por estos lados no se sienten los de la nueva generación (Silvestre, Peter, Luifer, Ernesto, etc), aquí es puro “raspacanilla”. Es agrdable volver a sentir este sabor a pueblo, ver los fotografos de pueblo con sus camaras “jurasicas”, los animadores “garroteros” que tienen mas propaganda que cualquier canal nacional, ver a los peones o jornaleros mas “peaos” que calzón de loca, los ricos del pueblo jactandose con sus camionetas, sus caballos finos, ver a la gente de verdad verdad tomando puro “tres esquinas” o “chirrinchi”, el old par es para los ricos y para el cantante, aunque Migue cuando va a cantar solo toma “Antioqueño”.

Al filo de la media noche viene la primera tanda y allí no queda nadie en los alrededores, todo el mundo al frente de la tarima, Migue y sus muchachitos bien pintosos y comienza Migue con sus exitos “Otra Primavera”, “La Diosa Humana”, “Sirena Encantada”, “No te detengas”, y los que ponjen a baila a todo el mundo “yo tenia una luz”, “El Timabalero”, “la Piña”, la hora de la nostalgia con “Es normal sentirse así” recordando a Kaleth, la gente en su maximo grado de extasis, coreando las canciones, pidiendo saludos con los también inmancables papelitos que le pasan al animador y que el cobra como varilla.

Despúes de la banda, vuelve Migue y ya hay mas de uno “volteado” por efectos del trago, la gente en la segunda tanda canta voz en cuello los temas inolvidables, migue mete uno que otro de su epoca con los Diablitos y la gente satisfecha, no deja que el artista se baje, todos piden “otra, otra, otra” hasta que el cantante los complace y al filo de la madrugada viene la bajada del artistas y todo el mundo le cae en gavilla para saludarlo, para la foto, para el autografo, para entregarle un cassete con un tema que no paso a la final del concurso y otros para jalarle la camisa, mientras los muchachitos del conjunto van organizando las “hembras” para invitarlas al hotel y mas de una amanece con un músico diferente al con que se acostó.

Amanece y con tinto abordo viene el viaje de regreso, que cuando se montó la tropa al Thermo después de un desayuno trancao, no queda nadie vivo en el bus, sino el ayudante y el chofer, porque el sueño es de largo hasta cuando aparecen las palmeras de la entrada a Valledupar.

Tenía mucho rato que no viajaba con Miguel Morales a una presentación suya, mi compadre Migue siempre me reprochaba que yo solo viajaba con Villazón o con los de la Nueva Ola, Peter, Silvestre, Los K Morales o Tuto Uhia. Iniciamos el viaje en el respectivo “Thermo King” desde Valledupar hasta la Gloria(Cesar) de allí en Jhonson(lancha o chalupa) atravesamos el Río Magdalena, pasamos por Río Viejo y llegamos luego de cuarenta minutos hasta Arenal(Municipio del sur de Bolívar), grata sorpresa cuando nos recibieron una multitud de gente amable como son las gentes del golpeado sur de Bolívar, nos montamos en par Toyotas y tamaña sorpresa cuando después de quince minutos por una carretera bien pavimentada y con un paisaje a pesar de que caia la noche, agradable y el recibimiento fue aun mejor, con alcalde a bordo, muchos amigos del pueblo nos hicieron sentir como en casa, o quizas mejor que en casa.

No nos habíamos acomodado cuando nos “levantaron” con una sopa de Pato, acompañada del “inmancable”, suero “atoyabuey”, vino el descanso y despúes de ese “opiparo” recibimiento un descansito con habitación con full aire acondicionado para Migue, Kalata y yo. Durante el camino Migue, “Kalata” Mendoza (un gran acordeonero) y sus muchachitos, porque así es el grupo de Miguel, una serie de jovencitos con mucho profesionalismo y calidad artistica y humana, conversabamos y nos reíamos de las ocurrencias de un viaje de este tipo, viajar con los grupos musicales es toda una aventura, nadie sabe como se goza y como se sufre en estos viajes, a Migue se le nota el cansancio después de mas de veinte años en este “viajeteo” como decimos en nuestra tierra, hablamos de los proyectos, de cómo va la grabación del nuevo CD de Migue, de lo bien que les está yendo a los K, de Nevis y del siempre recordado Kalet, siempre es tema obligado cuando migue conversa con propios y extraños, en mi caso por ser muy allegado a su familia, tocamos el tema como una forma de tener presente a Kaleth, su ausencia duele, pero sus recuerdos son grandes y nos hace mantenerlo vivo en lo recondito de nuestros recuerdos.

Mientras Migue reposaba, con “Kalata” nos fuimos a recorrer las calles del pueblo, no hay cosa mas sabrosa que un pueblo de la costa en fiestas patronales, las mujeres contoneandose con sus mejores galas, la “pelaera” con pantalón largo y camisa manga larga enmugrándose mientras la mamá corre con un palo a pegarle porque se va enmugrar para ir a la Plaza, los “vivos” que van de fiesta en fiesta de la ruleta, la chequita, las escopetas que nuncan dan en el blanco, los vendedores de cuanto “parapeto” hay, empanadas, perros, pasteles, la sopa de mondongo para levantar los enguayabaos, la gallera, los pick ups a to´ timbal con música de Diomedes, de los Zuleta, de Farid y de los Hermanos Osorio, porque por estos lados no se sienten los de la nueva generación (Silvestre, Peter, Luifer, Ernesto, etc), aquí es puro “raspacanilla”. Es agrdable volver a sentir este sabor a pueblo, ver los fotografos de pueblo con sus camaras “jurasicas”, los animadores “garroteros” que tienen mas propaganda que cualquier canal nacional, ver a los peones o jornaleros mas “peaos” que calzón de loca, los ricos del pueblo jactandose con sus camionetas, sus caballos finos, ver a la gente de verdad verdad tomando puro “tres esquinas” o “chirrinchi”, el old par es para los ricos y para el cantante, aunque Migue cuando va a cantar solo toma “Antioqueño”.

Al filo de la media noche viene la primera tanda y allí no queda nadie en los alrededores, todo el mundo al frente de la tarima, Migue y sus muchachitos bien pintosos y comienza Migue con sus exitos “Otra Primavera”, “La Diosa Humana”, “Sirena Encantada”, “No te detengas”, y los que ponjen a baila a todo el mundo “yo tenia una luz”, “El Timabalero”, “la Piña”, la hora de la nostalgia con “Es normal sentirse así” recordando a Kaleth, la gente en su maximo grado de extasis, coreando las canciones, pidiendo saludos con los también inmancables papelitos que le pasan al animador y que el cobra como varilla.

Despúes de la banda, vuelve Migue y ya hay mas de uno “volteado” por efectos del trago, la gente en la segunda tanda canta voz en cuello los temas inolvidables, migue mete uno que otro de su epoca con los Diablitos y la gente satisfecha, no deja que el artista se baje, todos piden “otra, otra, otra” hasta que el cantante los complace y al filo de la madrugada viene la bajada del artistas y todo el mundo le cae en gavilla para saludarlo, para la foto, para el autografo, para entregarle un cassete con un tema que no paso a la final del concurso y otros para jalarle la camisa, mientras los muchachitos del conjunto van organizando las “hembras” para invitarlas al hotel y mas de una amanece con un músico diferente al con que se acostó.

Amanece y con tinto abordo viene el viaje de regreso, que cuando se montó la tropa al Thermo después de un desayuno trancao, no queda nadie vivo en el bus, sino el ayudante y el chofer, porque el sueño es de largo hasta cuando aparecen las palmeras de la entrada a Valledupar.

Tenía mucho rato que no viajaba con Miguel Morales a una presentación suya, mi compadre Migue siempre me reprochaba que yo solo viajaba con Villazón o con los de la Nueva Ola, Peter, Silvestre, Los K Morales o Tuto Uhia. Iniciamos el viaje en el respectivo “Thermo King” desde Valledupar hasta la Gloria(Cesar) de allí en Jhonson(lancha o chalupa) atravesamos el Río Magdalena, pasamos por Río Viejo y llegamos luego de cuarenta minutos hasta Arenal(Municipio del sur de Bolívar), grata sorpresa cuando nos recibieron una multitud de gente amable como son las gentes del golpeado sur de Bolívar, nos montamos en par Toyotas y tamaña sorpresa cuando después de quince minutos por una carretera bien pavimentada y con un paisaje a pesar de que caia la noche, agradable y el recibimiento fue aun mejor, con alcalde a bordo, muchos amigos del pueblo nos hicieron sentir como en casa, o quizas mejor que en casa.

No nos habíamos acomodado cuando nos “levantaron” con una sopa de Pato, acompañada del “inmancable”, suero “atoyabuey”, vino el descanso y despúes de ese “opiparo” recibimiento un descansito con habitación con full aire acondicionado para Migue, Kalata y yo. Durante el camino Migue, “Kalata” Mendoza (un gran acordeonero) y sus muchachitos, porque así es el grupo de Miguel, una serie de jovencitos con mucho profesionalismo y calidad artistica y humana, conversabamos y nos reíamos de las ocurrencias de un viaje de este tipo, viajar con los grupos musicales es toda una aventura, nadie sabe como se goza y como se sufre en estos viajes, a Migue se le nota el cansancio después de mas de veinte años en este “viajeteo” como decimos en nuestra tierra, hablamos de los proyectos, de cómo va la grabación del nuevo CD de Migue, de lo bien que les está yendo a los K, de Nevis y del siempre recordado Kalet, siempre es tema obligado cuando migue conversa con propios y extraños, en mi caso por ser muy allegado a su familia, tocamos el tema como una forma de tener presente a Kaleth, su ausencia duele, pero sus recuerdos son grandes y nos hace mantenerlo vivo en lo recondito de nuestros recuerdos.

Mientras Migue reposaba, con “Kalata” nos fuimos a recorrer las calles del pueblo, no hay cosa mas sabrosa que un pueblo de la costa en fiestas patronales, las mujeres contoneandose con sus mejores galas, la “pelaera” con pantalón largo y camisa manga larga enmugrándose mientras la mamá corre con un palo a pegarle porque se va enmugrar para ir a la Plaza, los “vivos” que van de fiesta en fiesta de la ruleta, la chequita, las escopetas que nuncan dan en el blanco, los vendedores de cuanto “parapeto” hay, empanadas, perros, pasteles, la sopa de mondongo para levantar los enguayabaos, la gallera, los pick ups a to´ timbal con música de Diomedes, de los Zuleta, de Farid y de los Hermanos Osorio, porque por estos lados no se sienten los de la nueva generación (Silvestre, Peter, Luifer, Ernesto, etc), aquí es puro “raspacanilla”. Es agrdable volver a sentir este sabor a pueblo, ver los fotografos de pueblo con sus camaras “jurasicas”, los animadores “garroteros” que tienen mas propaganda que cualquier canal nacional, ver a los peones o jornaleros mas “peaos” que calzón de loca, los ricos del pueblo jactandose con sus camionetas, sus caballos finos, ver a la gente de verdad verdad tomando puro “tres esquinas” o “chirrinchi”, el old par es para los ricos y para el cantante, aunque Migue cuando va a cantar solo toma “Antioqueño”.

Al filo de la media noche viene la primera tanda y allí no queda nadie en los alrededores, todo el mundo al frente de la tarima, Migue y sus muchachitos bien pintosos y comienza Migue con sus exitos “Otra Primavera”, “La Diosa Humana”, “Sirena Encantada”, “No te detengas”, y los que ponjen a baila a todo el mundo “yo tenia una luz”, “El Timabalero”, “la Piña”, la hora de la nostalgia con “Es normal sentirse así” recordando a Kaleth, la gente en su maximo grado de extasis, coreando las canciones, pidiendo saludos con los también inmancables papelitos que le pasan al animador y que el cobra como varilla.

Despúes de la banda, vuelve Migue y ya hay mas de uno “volteado” por efectos del trago, la gente en la segunda tanda canta voz en cuello los temas inolvidables, migue mete uno que otro de su epoca con los Diablitos y la gente satisfecha, no deja que el artista se baje, todos piden “otra, otra, otra” hasta que el cantante los complace y al filo de la madrugada viene la bajada del artistas y todo el mundo le cae en gavilla para saludarlo, para la foto, para el autografo, para entregarle un cassete con un tema que no paso a la final del concurso y otros para jalarle la camisa, mientras los muchachitos del conjunto van organizando las “hembras” para invitarlas al hotel y mas de una amanece con un músico diferente al con que se acostó.

Amanece y con tinto abordo viene el viaje de regreso, que cuando se montó la tropa al Thermo después de un desayuno trancao, no queda nadie vivo en el bus, sino el ayudante y el chofer, porque el sueño es de largo hasta cuando aparecen las palmeras de la entrada a Valledupar.