Biografia de Diomedes Diaz
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Diomedes Dionisio Díaz Maestre nació el 26 de mayo de 1957, en la cuna de su humilde familia, jamás pasó por la mente de Rafael María, su padre, que aquel pequeño se convertiría en el cantautor más representativo del folclor vallenato. Pero poco a poco el pequeño primogenito de los Díaz Maestre iría desarrollando ese interés y esa capacidad hacia la música sin pensar que aquello significaría su futuro.
Hijo de padres trabajadores, Diomedes siempre tuvo la intención de agradecerles el sacrificio que ellos conjugaban diariamente para sacar adelante aquel numeroso hogar. Por aquella razón, el pequeño muchacho colaboraba con las labores de sus padres en el campo y en el mismo hogar, naciendo en él la idea de salir adelante.
Hijo de La Junta, corregimiento de San Juan del Cesar, en el sur de la Guajira, Diomedes nació en las agrestes tierras de una finca llamada Carrizal, un domingo a las siete de la mañana. Y en aquel pequeño pueblo recuerdan sus amigos cercanos que por 1974, cada vez que se organizaba una parranda vallenata se "colaba Diomedes", quien no era invitado para evitar que "dañara la fiesta" con su estridente voz que le ganó el apelativo de "El Chivato", por cuenta de otro amigo entrañable, el guacharaquero llamado "Piyayo".
Diomedes era consciente de su limitación vocal y el único objetivo que perseguía con tales "apariciones", era promocionar las canciones que ya escribía y empezaban a gustar. Desde tiempo atrás a esa fecha, Diomedes era protegido por su tío Martín Maestre, otro grande del acordeón y la composición vallenata. Tal parece que entre 1974 y 1975, Martín se entregó de lleno a la tarea de "pulir" a Diomedes tanto en la composición como en el canto.
Y resultó tan buen alumno, que en breve Jorge Quiróz y Luciano Poveda le graban su primer tema: "La Negra"; razón por la cual se vincula a Radio Guatapurí en Valledupar como mensajero, pero con la real intención de impulsar la difusión de esa obra.
Pero lo mejor estaba por suceder. La amistad con Rafael Orózco a través de las competencias en las semanas culturales del Colegio Loperena de Valledupar, y luego los contactos que estableció con Emilio Oviedo dieron paso a su primer gran éxito musical: "Cariñito de Mi Vida", el cual además lo bautizó con el célebre seudónimo de "El Cacique de La Junta".
Después de tantos esfuerzos y sacrificios, con sus ahorros logra grabar un disco al lado de Nafér Durán, acordeonero hermano de Alejo Durán. Este trabajo se llamó Herencia Vallenata, donde se incluyó el tema "El Chanchullito" de autoría de Diomedes.
El primer intento pasó casi inadvertido pues en esos momentos el ambiente musical del género estaba plenamente dominado por Los Hermanos López, con Jorge Oñate, y Los Hermanos Zuleta. Sin embargo el tema de Diomedes Díaz logra proyección, comienza a sonar y su tema se incluye en las listas de las estaciones radiales.
Luego de grabar en compañía de Naffer, Diomedes graba lo que se consideró entonces como su primer destello musical exitoso: Tres Canciones. Esta vez junto a Elberto "El Debe" López, hermano de Miguel López, acordeonero en aquel entonces de Jorge Oñate.
El albúm representa una obra que habla de amores y serenatas, gracias a la ingeniosa mente compositora que empezó a surgir en Diomedes. Pero una vez más, El Cacique se ve sometido a los relativos cambios artísticos que la música vallenata trae consigo y la suerte le lleva a unirse con un joven Sanjuanero llamado Juan Humberto Rois. Junto a ésta promesa del folclor, Diomedes graba lo que hoy día es denominado por los conocedores como la mejor obra musical de Diomedes en toda su historia: La Locura .
Y aunque el éxito de dicha obra fue inmenso, nuevamente volvió la desilusión tras la separación de ambos artístas. Y llegó una época que marca historia en la cultura vallenata: Diomedes Díaz y el gran Nicolás "Colacho" Mendoza.
Los grandes clásicos del Cacique provienen de aquellos momentos junto a Colacho de quien aprendió la experiencia y adoptó la madurez artística que entonces necesitaba. Canciones como "Bonita", "Te quiero Mucho", "Te Necesito", "Tu Serenata", y "Fantasía" son recuerdos vigentes en el pueblo colombiano que vivió con ellas, y con muchas más, todo el sentimiento que Diomedes transmite en su canto. Diomedes y "Colacho" se separaron en 1984 para darle paso a un nuevo aire vallenato que igualmente representa otro hito musical en la carrera del Cacique: Gonzalo Arturo "El Cocha" Molina.
Esta vez, Diomedes y "El Cocha" lograron plamar tres albumes que arrojaron controversia pero finalmente aplausos. De ellos se recuerda "Se acabaron mis penas", "Sin medir distancias", "Sin ti", "Pasajeros de la Vida", "Si te vas te Olvido" y "Tu Cumpleaños". Y aunque la unión con "El Cocha" causó más desilusiones que satisfacciones, el destino le aguardaba a Diomedes y a todos sus seguidores con una memorable era de sentimientos.
En 1988 volvió La Locura. Diomedes y Juancho Rois se unen nuevamente tras diez años de haberse separado, y lo hicieron para consolidar la pareja vallenata más significativa de toda la historia del fólclor. Y por supuesto su primera grabación apeló a lo que la realidad sugería en aquel entonces llamándose Ganó el Folclor. Fueron seis años de sólo éxitos que originaron en el pueblo Guajiro, Vallenato, Costeño y Colombiano, la más grande oleada de cariños y admiraciones hacia tales artístas.
Pero la vida es extraña y muchas veces nos quita injustamente aquello que una vez nos brindó con humildad: en noviembre de 1994 muere en un accidente áereo Juancho Rois... terminó así la vida de un hombre para nacer la leyenda de todo un artísta. Lloró el pueblo de San Juan y lloró totalmente desconsolado Diomedes Díaz pues para él representaba su final, el final de su grandeza. En la memoria y en los corazones de quienes aman el vallenato quedó vivo Juancho.
Y Diomedes surgió lleno de fuerzas para recompensar a su querido compañero allá en el cielo con un homenaje como solo él sabe: Un Canto Celestial; Diomedes y el jovencito Iván Zuleta crean en 1995 el tributo a Juancho Rois y significó el siguiente paso de éste artista que día tras día se entrega por completo a su mundo de melodías, de acordeones y de millones de seguidores que lo aprecian hasta el final.
Los hechos fatídicos y amarillistas que sucumbieron durante 1997 y que han tenido al Cacique por fuera de las tarimas no son lo suficientemente enriquecedores para los objetivos del autor de éstas páginas. Por tanto, dichos acontecimientos no hacen parte de la información que éstas notas brindan. Canta Diomedes que aún tienes mucho por cantar!
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Diomedes Dionisio Díaz Maestre nació el 26 de mayo de 1957, en la cuna de su humilde familia, jamás pasó por la mente de Rafael María, su padre, que aquel pequeño se convertiría en el cantautor más representativo del folclor vallenato. Pero poco a poco el pequeño primogenito de los Díaz Maestre iría desarrollando ese interés y esa capacidad hacia la música sin pensar que aquello significaría su futuro.
Hijo de padres trabajadores, Diomedes siempre tuvo la intención de agradecerles el sacrificio que ellos conjugaban diariamente para sacar adelante aquel numeroso hogar. Por aquella razón, el pequeño muchacho colaboraba con las labores de sus padres en el campo y en el mismo hogar, naciendo en él la idea de salir adelante.
Hijo de La Junta, corregimiento de San Juan del Cesar, en el sur de la Guajira, Diomedes nació en las agrestes tierras de una finca llamada Carrizal, un domingo a las siete de la mañana. Y en aquel pequeño pueblo recuerdan sus amigos cercanos que por 1974, cada vez que se organizaba una parranda vallenata se "colaba Diomedes", quien no era invitado para evitar que "dañara la fiesta" con su estridente voz que le ganó el apelativo de "El Chivato", por cuenta de otro amigo entrañable, el guacharaquero llamado "Piyayo".
Diomedes era consciente de su limitación vocal y el único objetivo que perseguía con tales "apariciones", era promocionar las canciones que ya escribía y empezaban a gustar. Desde tiempo atrás a esa fecha, Diomedes era protegido por su tío Martín Maestre, otro grande del acordeón y la composición vallenata. Tal parece que entre 1974 y 1975, Martín se entregó de lleno a la tarea de "pulir" a Diomedes tanto en la composición como en el canto.
Y resultó tan buen alumno, que en breve Jorge Quiróz y Luciano Poveda le graban su primer tema: "La Negra"; razón por la cual se vincula a Radio Guatapurí en Valledupar como mensajero, pero con la real intención de impulsar la difusión de esa obra.
Pero lo mejor estaba por suceder. La amistad con Rafael Orózco a través de las competencias en las semanas culturales del Colegio Loperena de Valledupar, y luego los contactos que estableció con Emilio Oviedo dieron paso a su primer gran éxito musical: "Cariñito de Mi Vida", el cual además lo bautizó con el célebre seudónimo de "El Cacique de La Junta".
Después de tantos esfuerzos y sacrificios, con sus ahorros logra grabar un disco al lado de Nafér Durán, acordeonero hermano de Alejo Durán. Este trabajo se llamó Herencia Vallenata, donde se incluyó el tema "El Chanchullito" de autoría de Diomedes.
El primer intento pasó casi inadvertido pues en esos momentos el ambiente musical del género estaba plenamente dominado por Los Hermanos López, con Jorge Oñate, y Los Hermanos Zuleta. Sin embargo el tema de Diomedes Díaz logra proyección, comienza a sonar y su tema se incluye en las listas de las estaciones radiales.
Luego de grabar en compañía de Naffer, Diomedes graba lo que se consideró entonces como su primer destello musical exitoso: Tres Canciones. Esta vez junto a Elberto "El Debe" López, hermano de Miguel López, acordeonero en aquel entonces de Jorge Oñate.
El albúm representa una obra que habla de amores y serenatas, gracias a la ingeniosa mente compositora que empezó a surgir en Diomedes. Pero una vez más, El Cacique se ve sometido a los relativos cambios artísticos que la música vallenata trae consigo y la suerte le lleva a unirse con un joven Sanjuanero llamado Juan Humberto Rois. Junto a ésta promesa del folclor, Diomedes graba lo que hoy día es denominado por los conocedores como la mejor obra musical de Diomedes en toda su historia: La Locura .
Y aunque el éxito de dicha obra fue inmenso, nuevamente volvió la desilusión tras la separación de ambos artístas. Y llegó una época que marca historia en la cultura vallenata: Diomedes Díaz y el gran Nicolás "Colacho" Mendoza.
Los grandes clásicos del Cacique provienen de aquellos momentos junto a Colacho de quien aprendió la experiencia y adoptó la madurez artística que entonces necesitaba. Canciones como "Bonita", "Te quiero Mucho", "Te Necesito", "Tu Serenata", y "Fantasía" son recuerdos vigentes en el pueblo colombiano que vivió con ellas, y con muchas más, todo el sentimiento que Diomedes transmite en su canto. Diomedes y "Colacho" se separaron en 1984 para darle paso a un nuevo aire vallenato que igualmente representa otro hito musical en la carrera del Cacique: Gonzalo Arturo "El Cocha" Molina.
Esta vez, Diomedes y "El Cocha" lograron plamar tres albumes que arrojaron controversia pero finalmente aplausos. De ellos se recuerda "Se acabaron mis penas", "Sin medir distancias", "Sin ti", "Pasajeros de la Vida", "Si te vas te Olvido" y "Tu Cumpleaños". Y aunque la unión con "El Cocha" causó más desilusiones que satisfacciones, el destino le aguardaba a Diomedes y a todos sus seguidores con una memorable era de sentimientos.
En 1988 volvió La Locura. Diomedes y Juancho Rois se unen nuevamente tras diez años de haberse separado, y lo hicieron para consolidar la pareja vallenata más significativa de toda la historia del fólclor. Y por supuesto su primera grabación apeló a lo que la realidad sugería en aquel entonces llamándose Ganó el Folclor. Fueron seis años de sólo éxitos que originaron en el pueblo Guajiro, Vallenato, Costeño y Colombiano, la más grande oleada de cariños y admiraciones hacia tales artístas.
Pero la vida es extraña y muchas veces nos quita injustamente aquello que una vez nos brindó con humildad: en noviembre de 1994 muere en un accidente áereo Juancho Rois... terminó así la vida de un hombre para nacer la leyenda de todo un artísta. Lloró el pueblo de San Juan y lloró totalmente desconsolado Diomedes Díaz pues para él representaba su final, el final de su grandeza. En la memoria y en los corazones de quienes aman el vallenato quedó vivo Juancho.
Y Diomedes surgió lleno de fuerzas para recompensar a su querido compañero allá en el cielo con un homenaje como solo él sabe: Un Canto Celestial; Diomedes y el jovencito Iván Zuleta crean en 1995 el tributo a Juancho Rois y significó el siguiente paso de éste artista que día tras día se entrega por completo a su mundo de melodías, de acordeones y de millones de seguidores que lo aprecian hasta el final.
Los hechos fatídicos y amarillistas que sucumbieron durante 1997 y que han tenido al Cacique por fuera de las tarimas no son lo suficientemente enriquecedores para los objetivos del autor de éstas páginas. Por tanto, dichos acontecimientos no hacen parte de la información que éstas notas brindan. Canta Diomedes que aún tienes mucho por cantar!
Diomedes Diaz
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Diomedes Dionisio Díaz Maestre nació el 26 de mayo de 1957, en la cuna de su humilde familia, jamás pasó por la mente de Rafael María, su padre, que aquel pequeño se convertiría en el cantautor más representativo del folclor vallenato. Pero poco a poco el pequeño primogenito de los Díaz Maestre iría desarrollando ese interés y esa capacidad hacia la música sin pensar que aquello significaría su futuro.
Hijo de padres trabajadores, Diomedes siempre tuvo la intención de agradecerles el sacrificio que ellos conjugaban diariamente para sacar adelante aquel numeroso hogar. Por aquella razón, el pequeño muchacho colaboraba con las labores de sus padres en el campo y en el mismo hogar, naciendo en él la idea de salir adelante.
Hijo de La Junta, corregimiento de San Juan del Cesar, en el sur de la Guajira, Diomedes nació en las agrestes tierras de una finca llamada Carrizal, un domingo a las siete de la mañana. Y en aquel pequeño pueblo recuerdan sus amigos cercanos que por 1974, cada vez que se organizaba una parranda vallenata se "colaba Diomedes", quien no era invitado para evitar que "dañara la fiesta" con su estridente voz que le ganó el apelativo de "El Chivato", por cuenta de otro amigo entrañable, el guacharaquero llamado "Piyayo".
Diomedes era consciente de su limitación vocal y el único objetivo que perseguía con tales "apariciones", era promocionar las canciones que ya escribía y empezaban a gustar. Desde tiempo atrás a esa fecha, Diomedes era protegido por su tío Martín Maestre, otro grande del acordeón y la composición vallenata. Tal parece que entre 1974 y 1975, Martín se entregó de lleno a la tarea de "pulir" a Diomedes tanto en la composición como en el canto.
Y resultó tan buen alumno, que en breve Jorge Quiróz y Luciano Poveda le graban su primer tema: "La Negra"; razón por la cual se vincula a Radio Guatapurí en Valledupar como mensajero, pero con la real intención de impulsar la difusión de esa obra.
Pero lo mejor estaba por suceder. La amistad con Rafael Orózco a través de las competencias en las semanas culturales del Colegio Loperena de Valledupar, y luego los contactos que estableció con Emilio Oviedo dieron paso a su primer gran éxito musical: "Cariñito de Mi Vida", el cual además lo bautizó con el célebre seudónimo de "El Cacique de La Junta".
Después de tantos esfuerzos y sacrificios, con sus ahorros logra grabar un disco al lado de Nafér Durán, acordeonero hermano de Alejo Durán. Este trabajo se llamó Herencia Vallenata, donde se incluyó el tema "El Chanchullito" de autoría de Diomedes.
El primer intento pasó casi inadvertido pues en esos momentos el ambiente musical del género estaba plenamente dominado por Los Hermanos López, con Jorge Oñate, y Los Hermanos Zuleta. Sin embargo el tema de Diomedes Díaz logra proyección, comienza a sonar y su tema se incluye en las listas de las estaciones radiales.
Luego de grabar en compañía de Naffer, Diomedes graba lo que se consideró entonces como su primer destello musical exitoso: Tres Canciones. Esta vez junto a Elberto "El Debe" López, hermano de Miguel López, acordeonero en aquel entonces de Jorge Oñate.
El albúm representa una obra que habla de amores y serenatas, gracias a la ingeniosa mente compositora que empezó a surgir en Diomedes. Pero una vez más, El Cacique se ve sometido a los relativos cambios artísticos que la música vallenata trae consigo y la suerte le lleva a unirse con un joven Sanjuanero llamado Juan Humberto Rois. Junto a ésta promesa del folclor, Diomedes graba lo que hoy día es denominado por los conocedores como la mejor obra musical de Diomedes en toda su historia: La Locura .
Y aunque el éxito de dicha obra fue inmenso, nuevamente volvió la desilusión tras la separación de ambos artístas. Y llegó una época que marca historia en la cultura vallenata: Diomedes Díaz y el gran Nicolás "Colacho" Mendoza.
Los grandes clásicos del Cacique provienen de aquellos momentos junto a Colacho de quien aprendió la experiencia y adoptó la madurez artística que entonces necesitaba. Canciones como "Bonita", "Te quiero Mucho", "Te Necesito", "Tu Serenata", y "Fantasía" son recuerdos vigentes en el pueblo colombiano que vivió con ellas, y con muchas más, todo el sentimiento que Diomedes transmite en su canto. Diomedes y "Colacho" se separaron en 1984 para darle paso a un nuevo aire vallenato que igualmente representa otro hito musical en la carrera del Cacique: Gonzalo Arturo "El Cocha" Molina.
Esta vez, Diomedes y "El Cocha" lograron plamar tres albumes que arrojaron controversia pero finalmente aplausos. De ellos se recuerda "Se acabaron mis penas", "Sin medir distancias", "Sin ti", "Pasajeros de la Vida", "Si te vas te Olvido" y "Tu Cumpleaños". Y aunque la unión con "El Cocha" causó más desilusiones que satisfacciones, el destino le aguardaba a Diomedes y a todos sus seguidores con una memorable era de sentimientos.
En 1988 volvió La Locura. Diomedes y Juancho Rois se unen nuevamente tras diez años de haberse separado, y lo hicieron para consolidar la pareja vallenata más significativa de toda la historia del fólclor. Y por supuesto su primera grabación apeló a lo que la realidad sugería en aquel entonces llamándose Ganó el Folclor. Fueron seis años de sólo éxitos que originaron en el pueblo Guajiro, Vallenato, Costeño y Colombiano, la más grande oleada de cariños y admiraciones hacia tales artístas.
Pero la vida es extraña y muchas veces nos quita injustamente aquello que una vez nos brindó con humildad: en noviembre de 1994 muere en un accidente áereo Juancho Rois... terminó así la vida de un hombre para nacer la leyenda de todo un artísta. Lloró el pueblo de San Juan y lloró totalmente desconsolado Diomedes Díaz pues para él representaba su final, el final de su grandeza. En la memoria y en los corazones de quienes aman el vallenato quedó vivo Juancho.
Y Diomedes surgió lleno de fuerzas para recompensar a su querido compañero allá en el cielo con un homenaje como solo él sabe: Un Canto Celestial; Diomedes y el jovencito Iván Zuleta crean en 1995 el tributo a Juancho Rois y significó el siguiente paso de éste artista que día tras día se entrega por completo a su mundo de melodías, de acordeones y de millones de seguidores que lo aprecian hasta el final.
Los hechos fatídicos y amarillistas que sucumbieron durante 1997 y que han tenido al Cacique por fuera de las tarimas no son lo suficientemente enriquecedores para los objetivos del autor de éstas páginas. Por tanto, dichos acontecimientos no hacen parte de la información que éstas notas brindan. Canta Diomedes que aún tienes mucho por cantar!