'Las mujeres queremos espacio en la música vallenata': Lucy Vidal
Fuente: ElHeraldo.co | Fecha: 2013-05-31 | Visitas: 8735
Lucy Vidal tomó la vocería de las mujeres artistas.
No hay el más leve vestigio de amargura en su afirmación, ni mucho menos desaparece de su faz la sonrisa que lleva a flor de labios cuando dice, plena de seguridad, que la mujer es víctima de discriminación en el mundo artístico de la música vallenata.
De manera decidida y espontánea, la cantante Lucy Vidal Luque, de 47 años, tomó la vocería del tema y sentó su enérgica posición de rechazo sobre lo que llama un asunto de género en el folclor, pues afirma que tradicionalmente le han reservado su protagonismo a los hombres, con una naturaleza machista en la que la mujer brilla por su ausencia interpretativa.
Lucy Vidal, nativa de Valledupar, y Fiscal 13 delegada ante los jueces penales del circuito en esa ciudad, exige que a las mujeres se les tenga en cuenta en el ambiente musical vallenato, y que no se les cierren puertas al momento organizar grandes conciertos. “Exigimos que nos expliquen por qué nos marginan”, y aclara que su posición no tiene destinatario específico. “Es para todo el mundo, para que se acabe ya con esta exclusión profesional a la mujer en el vallenato”, insiste.
Sin apartar las manos del ‘Mile Zuleta’ -como llama a su acordeón- , Vidal continúa refiriéndose al tema: “En este momento las mujeres que nos hemos atrevido a incursionar en el folclor vallenato estamos unidas para luchar contra esta situación, que no solo nos afecta a los artistas más visibles, sino también a los músicos, los mánager, y demás personas que conforman el resto de las agrupaciones, y que la gente poco ve”.
La historia cuenta que los grupos vallenatos liderados por mujeres comenzaron en Colombia en la segunda mitad de la década de los 70. La pionera fue la samaria Rita Fernández Padilla, con su conjunto Las Universitarias. (ver recuadro).
Diferencia abismal
Lucy Vidal sostiene que al género femenino se le tiene muy poco en cuenta, y que la diferencia con las agrupaciones masculinas es abismal.
Asegura también que las mujeres artistas no sienten miedo de subirse a las tarimas donde actúan los grandes intérpretes vallenatos. “Todo lo contrario, nos sobran ganas para compartir escenarios y darles ese toque femenino a los eventos de nuestra música”, sentencia.
‘Nombre como Tsunami no me parecen’
“Lo único que no me gusta de los shows vallenatos más sonados son los títulos que les dan: ‘Tsunami’, ‘Duelo’, ‘Batalla’, en fin, ese tipo de cosas son sinónimo de tragedias, cuando el vallenato es canto a la alegría, al amor y, sobre todo al respeto”, enfatiza.
Sin perder el tono que viene manejando, la artista lanzó un reto abierto a los cantantes y músicos; a empresarios y directores de emisora: “Queremos una oportunidad, que se nos ponga a sonar, que se nos contrate por lo que realmente merecemos, y que sea el público el que decida si le gusta o no. Nuestras canciones poco pegan, sencillamente porque no nos las ponen a sonar en las emisoras”.
En esta lucha por la reivindicación de la mujer en el folclor, a Lucy la acompañan las también intérpretes vallenatas Jadith Muegues, Eliana Gnecco y la acordeonera Yenni Cabello. Esta última, según Lucy, se aburrió de la discriminación y está virtualmente retirada de la música. “Nuestro género hace vallenato sin perder la feminidad”, concluye.
Patricia Teherán, la Diosa del Vallenato
A principio de los 90, en medio del auge del vallenato con figuras como Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Poncho Zuleta, entre otros, irrumpió con su voz melodiosa Patricia Teherán, quien, primero con Las Musas, y después con Las Diosas, marcó un hito como la única que ha podido imponerse sobre el machismo de este folclor y con un conjunto integrado netamente por mujeres.
Teherán se hizo famosa con canciones como Tarde lo conocí, Me dejaste sin nada, Todo daría por ti, Amor de papel, entre otras. Adriana Lucía intentó afincarse en el género, pero luego desistió. Estos grupos desaparecieron.
Las posibilidades no son las mismas
Yenni Cabello (izq.) aprendió a tocar acordeón desde muy niña. En una ocasión intentó coronarse como reina Infantil del acordeón, pero según su amiga Lucy Vidal, ese impulso fue perdiendo fuerza con el pasar del tiempo porque percibió la discriminación de la mujer en la música vallenata. “Ella se aburrió de ver que las posibilidades para nosotros no eran las mismas”, puntutalzó Lucy.
Por DAMARIS ROJAS
Redacción Al Día