Leandro Díaz y María Namen

Este viernes que viene se inicia una nueva versión del Festival Vallenato, evento que se lleva a cabo cada año en la ciudad de Valledupar. La cita de este año está dedicada oficialmente al 'flaco de oro' Gustavo Gutiérrez, quien no necesita presentación, pues desde nuestra niñez estamos disfrutando de sus canciones, y ya más jóvenes y adultos, hemos compartido sus parrandas y presentaciones.

La novedad en la versión de este festival es el homenaje que la marca del whisky escocés, Old Parr, le va a hacer a Leandro Díaz. En efecto, todas las botellas de Old Parr que van a distribuir durante los días del Festival van a tener la imagen de Leandro Díaz, su firma y su biografía, que por cierto es muy extensa, sobre todo en el campo como compositor.

Lo destacable de Leandro Díaz, que nació en 1928, y que nació ciego y siempre ha visto con los "ojos del alma", es que su limitación no ha sido óbice para deleitarnos con canciones inmortales como si estuviera viendo y palpando las cosas. Dentro de esos clásicos vallenatos tenemos: Matilde Elina, que fue el nombre original de 'Matilde Elina', a quien conoció en manaure, siendo cuñada de ese otro gran juglar, Toño Salas, y a la que fue a visitar al Plan y se enteró que era casada, la dejó quieta y la inmortalizó diciéndole que "cuando Matilde camina, hasta sonríe la sabana". Otra de las composiciones famosas de Leandro, dentro de sus muchas, fue con la que Gabriel García Márquez tiene como epígrafe en su novela 'El amor en los tiempos del cólera', es 'La diosa coronada', este tema, según cuenta el mismo Leandro, fue inspirado en una muchacha que lo despreciaba, de nombre Josefa Guerra y le hizo la canción con la intención de mortificarla diciendo que "En adelanto van estos lugares, ya tienen su diosa coronada". Pues bien, esa mortificación le ha dado la vuelta al mundo en diferentes idiomas gracias al premio nobel Gabriel García Márquez, quien también inmortalizó a Rafael Escalona en la obra cumbre de la literatura mundial, Cien años de soledad, cuando finalizó la última generación de los Buendía que dice: "en el último salón abierto del desmantelado barrio de tolerancia, un conjunto de acordeones uno tocaba los cantos de Rafael Escalona, el sobrino del obispo, heredero de los secretos de Francisco el hombre". Pero Leandro tiene otras canciones para enmarcar, como 'El verano', 'El malherido', 'Los tocaimeros', canciones que se escuchan como si hubieran nacido recientemente y que son sostenidas por su hijo Ivo, quien es su cómplice y confidente. Otro personaje que va a dar de qué hablar en el Festival será María Namen, señora distinguida y conocida, nacida en Chimichagua, hermana de Camilo, gran compositor y excelente anfitrión, pero que por su corpulencia, cuando salió el Old Parr litro alguien la comparó con esa botella, de tal suerte que cuando uno llega a Valledupar, a un estanco, no pide un litro de Old Parr, si no que dice "compadre deme una María Namen". Eso molestó a la señora, que también la hizo famosa a nivel nacional, Iván Villazón, y por eso lo demandó. De todas formas, bien o mal gozamos con el Festival, Leandro Díaz y más con María Namen.

Fuente: ElMeridianoDeCordoba.com.co

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