Para ganarse el Grammy Latino es necesario cumplir ciertas normas, como no mercadear votos

Entrevista con Gabriel Abaroa, presidente de la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación Para velar por la pureza de la nueva categoría, la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación (Laras) invitó a conocedores y músicos del género a participar en los comités de revisión.

Laras suele conformar este comité con conocedores que no necesariamente son miembros votantes. Por lo mismo, pude ser testigo de los primeros pasos de la categoría de vallenato/cumbia*.

El comité tropical, donde está la categoría vallenata, sesionó durante dos días en Miami, a la par con otras reuniones secretas como la del comité principal -encargado de los premios grandes (grabación, canción, álbum del año o mejor nuevo artista, por ejemplo)- o la del grupo especializado en música infantil.

La misión de todos era verificar que entre los inscritos en pop no se colara algún tropical o que entre los aspirantes a mejor nuevo artista no resultara alguno con décadas de éxitos musicales.

Todo es confidencial. Sin embargo, Gabriel Abaroa, presidente de Laras, le dio luz verde a EL TIEMPO para dar a conocer detalles de lo discutido, con el compromiso de no dar nombres.

El comité tropical avanzó rápido, la Academia designó un productor musical para presidirlo. Cada participante recibió un mamotreto de hojas (de un centímetro de grueso) con la lista de los discos y canciones inscritos en categorías como mejor álbum de salsa, folclórico, tropical contemporáneo, merengue, tropical tradicional y, por supuesto, cumbia/vallenato.

A veces bastaba con que el álbum fuera conocido por alguno de los presentes para decir: "Sí, está en el lugar correcto". Otras veces, si había dudas, se ponía a sonar el disco.

Hubo inscritos en vallenato/cumbia cuyos nombres ninguno de los colombianos invitados conocíamos. Cuando esto ocurrió, se escuchó corte por corte para determinar el porcentaje de canciones del género dentro del disco (se exige un mínimo del 70 por ciento). Y todos iban contando porcentajes. Si persistía la duda, se votaba.

Fue la oportunidad de descubrir qué entendían los otros latinos por vallenato. Siguen identificándolo con el sonido de Carlos Vives (que este año no participó). Por momentos, se declararon impedidos para decidir sobre álbumes cuyo aire norteño solo descubrían los colombianos. Lo que sonara a cumbia norteña, lo sabíamos todos, debía ir a la categoría mexicana que nació a la par de la vallenata para evitar confusiones.

Hubo inscritos que no clasificaron porque a pesar de tener acordeón en sus notas, según el parecer del comité se acomodaban a tropical contemporáneo y hubo otros tan autóctonos que se pasaron a la categoría folclórica.

Cada tanto llegaba algún representante de Laras con nuevos discos: "Este lo envió el comité de cantautores porque dice que es tropical". También esos había que revisarlos. Y se dio el caso de un disco que saltó de cantautores a tropical y tropical lo mandó a pop. Los discos difíciles de clasificar pasan al comité principal, que toma la última palabra.

Nos rindió

Puedo garantizar que los colombianos que pasaron a las planillas que llenaron los miembros votantes en la primera ronda (cuyo resultado son los nominados que se conocerán el martes 26) son exponentes reales del vallenato.

El trabajo duró un solo día. Al siguiente, nos integramos al comité principal. Presenciamos la candente discusión de mejor nuevo artista, legendaria por los desacuerdos y rencores que genera. No es tan fácil decidir si un artista cuya carrera despega con su segundo disco tiene derecho a presentarse como "nuevo". "Al final, la democracia impera", dijo Abaroa, ante sus conclusiones: El comité decidió que solo podían participar artistas con su primer disco.

Terminada la revisión, siguió una sesión de sugerencias. Alguien del comité clásico propuso establecer la categoría de composición clásica. La propuesta se anotó para el año entrante. Y podría ser realidad en dos o tres años.

"Alguna vez -me dijo Abaroa esa tarde- en un comité de estos, alguien de 'tropical' resaltó que faltaba una categoría vallenata". Así que es posible que haya visto el embrión de una futura categoría.

El proceso del Grammy

Como era predecible, la categoría vallenato /cumbia obtuvo más concursantes del primer género que del segundo.

Después de la inscripción vino el comité de revisión. Los inscritos aceptados pasan a las planillas de la primera votación. Quienes reciben más votos son los que se conocerán el martes como nominados.

Una vez anunciados, los miembros votantes de la academia recibirán la planilla para la segunda votación. Cada votante puede dar su fallo en máximo ocho categorías y luego, reenviar su planilla a la firma consultora. El resultado de esta segunda ronda dará los ganadores que se conocerán el 2 de noviembre, en Nueva York.

El martes 26, Citytv, el canal de la casa editorial EL TIEMPO, realizará un cubrimiento especial sobre las nominaciones. Esta información especial comenzará desde 'Arriba Bogotá' y continuará durante todo el día.

El homenaje a Rafael Escalona

"Nos vamos a dar el gusto de otorgarle un premio al compositor vallenato Rafael Escalona, en Nueva York, el primero de noviembre", anunció el presidente de Laras.

Se le entregará el premio del Consejo Directivo de la Academia Latina de la Grabación en el Rainbow Bowl Room, del Rockefeller Center, en Nueva York.

Pecados y penas y penas en los Grammy

1. No mercadear votos: "Yo te doy mi voto y me das el tuyo", es prohibido.
2. El artista no debe tratar de descubrir quién es miembro votante. Serlo es un secreto.
3. No sacar anuncios publicitarios o boletines pidiendo votos. Es lícito solo anunciar el CD.
Romper las reglas anteriores genera un llamado de atención. A la segunda, se descalifica.

Para ganarse el Grammy Latino es necesario cumplir ciertas normas, como no mercadear votos

Entrevista con Gabriel Abaroa, presidente de la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación Para velar por la pureza de la nueva categoría, la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación (Laras) invitó a conocedores y músicos del género a participar en los comités de revisión.

Laras suele conformar este comité con conocedores que no necesariamente son miembros votantes. Por lo mismo, pude ser testigo de los primeros pasos de la categoría de vallenato/cumbia*.

El comité tropical, donde está la categoría vallenata, sesionó durante dos días en Miami, a la par con otras reuniones secretas como la del comité principal -encargado de los premios grandes (grabación, canción, álbum del año o mejor nuevo artista, por ejemplo)- o la del grupo especializado en música infantil.

La misión de todos era verificar que entre los inscritos en pop no se colara algún tropical o que entre los aspirantes a mejor nuevo artista no resultara alguno con décadas de éxitos musicales.

Todo es confidencial. Sin embargo, Gabriel Abaroa, presidente de Laras, le dio luz verde a EL TIEMPO para dar a conocer detalles de lo discutido, con el compromiso de no dar nombres.

El comité tropical avanzó rápido, la Academia designó un productor musical para presidirlo. Cada participante recibió un mamotreto de hojas (de un centímetro de grueso) con la lista de los discos y canciones inscritos en categorías como mejor álbum de salsa, folclórico, tropical contemporáneo, merengue, tropical tradicional y, por supuesto, cumbia/vallenato.

A veces bastaba con que el álbum fuera conocido por alguno de los presentes para decir: "Sí, está en el lugar correcto". Otras veces, si había dudas, se ponía a sonar el disco.

Hubo inscritos en vallenato/cumbia cuyos nombres ninguno de los colombianos invitados conocíamos. Cuando esto ocurrió, se escuchó corte por corte para determinar el porcentaje de canciones del género dentro del disco (se exige un mínimo del 70 por ciento). Y todos iban contando porcentajes. Si persistía la duda, se votaba.

Fue la oportunidad de descubrir qué entendían los otros latinos por vallenato. Siguen identificándolo con el sonido de Carlos Vives (que este año no participó). Por momentos, se declararon impedidos para decidir sobre álbumes cuyo aire norteño solo descubrían los colombianos. Lo que sonara a cumbia norteña, lo sabíamos todos, debía ir a la categoría mexicana que nació a la par de la vallenata para evitar confusiones.

Hubo inscritos que no clasificaron porque a pesar de tener acordeón en sus notas, según el parecer del comité se acomodaban a tropical contemporáneo y hubo otros tan autóctonos que se pasaron a la categoría folclórica.

Cada tanto llegaba algún representante de Laras con nuevos discos: "Este lo envió el comité de cantautores porque dice que es tropical". También esos había que revisarlos. Y se dio el caso de un disco que saltó de cantautores a tropical y tropical lo mandó a pop. Los discos difíciles de clasificar pasan al comité principal, que toma la última palabra.

Nos rindió

Puedo garantizar que los colombianos que pasaron a las planillas que llenaron los miembros votantes en la primera ronda (cuyo resultado son los nominados que se conocerán el martes 26) son exponentes reales del vallenato.

El trabajo duró un solo día. Al siguiente, nos integramos al comité principal. Presenciamos la candente discusión de mejor nuevo artista, legendaria por los desacuerdos y rencores que genera. No es tan fácil decidir si un artista cuya carrera despega con su segundo disco tiene derecho a presentarse como "nuevo". "Al final, la democracia impera", dijo Abaroa, ante sus conclusiones: El comité decidió que solo podían participar artistas con su primer disco.

Terminada la revisión, siguió una sesión de sugerencias. Alguien del comité clásico propuso establecer la categoría de composición clásica. La propuesta se anotó para el año entrante. Y podría ser realidad en dos o tres años.

"Alguna vez -me dijo Abaroa esa tarde- en un comité de estos, alguien de 'tropical' resaltó que faltaba una categoría vallenata". Así que es posible que haya visto el embrión de una futura categoría.

El proceso del Grammy

Como era predecible, la categoría vallenato /cumbia obtuvo más concursantes del primer género que del segundo.

Después de la inscripción vino el comité de revisión. Los inscritos aceptados pasan a las planillas de la primera votación. Quienes reciben más votos son los que se conocerán el martes como nominados.

Una vez anunciados, los miembros votantes de la academia recibirán la planilla para la segunda votación. Cada votante puede dar su fallo en máximo ocho categorías y luego, reenviar su planilla a la firma consultora. El resultado de esta segunda ronda dará los ganadores que se conocerán el 2 de noviembre, en Nueva York.

El martes 26, Citytv, el canal de la casa editorial EL TIEMPO, realizará un cubrimiento especial sobre las nominaciones. Esta información especial comenzará desde 'Arriba Bogotá' y continuará durante todo el día.

El homenaje a Rafael Escalona

"Nos vamos a dar el gusto de otorgarle un premio al compositor vallenato Rafael Escalona, en Nueva York, el primero de noviembre", anunció el presidente de Laras.

Se le entregará el premio del Consejo Directivo de la Academia Latina de la Grabación en el Rainbow Bowl Room, del Rockefeller Center, en Nueva York.

Pecados y penas y penas en los Grammy

1. No mercadear votos: "Yo te doy mi voto y me das el tuyo", es prohibido.
2. El artista no debe tratar de descubrir quién es miembro votante. Serlo es un secreto.
3. No sacar anuncios publicitarios o boletines pidiendo votos. Es lícito solo anunciar el CD.
Romper las reglas anteriores genera un llamado de atención. A la segunda, se descalifica.